Nuestro primer concierto de esta época lo pasamos con Lori Meyers en Madrid
Que a mí me guste más o menos la Navidad importa entre poco y nada, bueno, y como eso muchas cosas. Pero lo que sí me gusta, me encanta, es vivir la música en directo cuando fuera todo es caos. Y no sé si embargadas por el mismo sentimiento, pero miles y miles de personas en el WiZink Center evitamos ese caos junto a Lori Meyers.
La velada comenzó con Las Dianas. Un show breve pero entretenido. De no conocerlas de nada a poco a poco irme introducirme más y más. Y es que de primeras me pareció que el escenario les quedaba grande, pero consiguieron, con su it factor, meterme y no darle ninguna importancia.
Gran parte de la responsabilidad la tuvo el sonido del recinto, que provocó que pudiera entender sus letras, llamándome mucho la atención ‘Beef Mac’, tirando de irreverencia. Además para terminar se sacaron una versión de Julieta Venegas, ‘Me voy’, con la que tengo una conexión muy fuerte. No será la última vez que ‘coincidamos’.
Pasadas las 21:00 Lori Meyers aparecieron, comenzando con ‘Seres de luz’ y de ahí para arriba.
Un público entregado desde el primer acorde, porque ya no es que la acústica de El Palacio jugara a su favor, es que su puesta en escena, con maqueta de edificios (perdonad si no caigo a qué hacen referencia) y proyecciones a sus espaldas, diferentes para cada pieza, mejoraban cada momento. Y es que ya desde el segundo tema, ‘Luces de neón’, las gradas se pusieron en pie.
Y hablando de luces, imposible obviar la respuesta a la petición de Lori Meyers a ondear las linternas del móvil en ‘Luciérnagas y mariposas’. He visto el WiZink Center así muchas veces, pero siempre impresiona.
No puedo dejar de mencionar la participación de Manola de Rufus T. Firefly en su nuevo single, ‘Tú ya no dices nada ‘, con una respuesta tibia durante su interpretación, probablemente por el poco tiempo que tiene, pero desde luego al final explotaron en un gran aplauso.
Tampoco puedo hacer de menos ‘Corazón elocuente’, que Lori Meyers incluyó tras una encuesta en su Instagram.
Manola no fue la única artista en colaborar, ya que también se subió al escenario una de mis debilidades, Anni B. Sweet, para cantar a dúo con Noni ‘Primaveras’, dejando este su guitarra para la ocasión, y acabando bailando en la extensión de las tablas que montaron.
Hubo un hueco un hueco para otra persona más, Kora, que interpretó con ellos, al igual que en estudio, ‘No me merecía la pena ‘.
Momentos emotivos con ‘El tiempo pasará’, lanzando serpentinas, emocionantes con ‘Siempre brilla el sol’… Y un cuarto invitado con James Bagshaw de Temples en ‘Hacerte volar’, con un WiZink que era uno saltando, éxtasis que se extendió en ‘Emborracharme’, que se siguió cantando incluso minutos después, mientras Lori Meyers se preparaba para el bis.
Volvieron junto a Josele de la Rosa para tocar, siendo sólo cuatro al principio, con guitarras, cajón y voz, ‘Rumba en atmósfera cero’.
Y aún quedaban ‘Religión’, ‘¿Aha han vuelto?’, ‘Mi realidad’ y un cierre en la cima del Everest con ‘Alta fidelidad’, con la que Noni acabó cantando entre el público.
Ninguna duda de que hay pocas cosas mejores para ir cerrando el año que música en directo. Además nunca había podido ver a Lori Meyers así que se añadió un punto más. Si sé que con Las Dianas repetiré, con Lori Meyers no es ni cuestionable. Uno de esos conciertos que te dejan con una sonrisa durante horas y hacen del mundo un lugar mejor.
Texto: Alejandro Sanz
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