Chica Sobresalto nos acercó ‘Plutón’ a Madrid
Si hace diez años me dicen que voy a ir a ver en directo, voluntariamente, y con muchas ganas, a una artista que ha pasado por Operación Triunfo, me rasgaría las vestiduras. Pero yo hace diez años, era, entre muchas otras cosas, un poquito más imbécil que ahora. Por suerte, diferentes circunstancias me abrieron la mente en lo musical y ahí estuve, en La Sala del WiZink Center para disfrutar de Maialen Gurbindo, Chica Sobresalto.
Puede que la culpa la tuviera una de mis debilidades en lo musical, Zahara, con aquella colaboración en ‘Adrenalina’. Pero la que me terminó de rematar fue ‘Fusión del núcleo’, con la que Chica Sobresalto me terminó de conquistar.
De los 25 grados de fuera pasamos a un frío gélido impuesto por un aire acondicionado que haría las delicias de Robert Drake. y para el que la mayoría no estábamos preparados. En fin, ¿escribo ya sobre el concierto?
A las 21:05 Chica Sobresalto apareció en el escenario de La Sala junto a su banda y con ‘La estrella’ puso al público a saltar. Y para los que se quedaron en el disco anterior continuó con ‘Adrenalina’ y la mucho más rockera ‘Dopamina’, guitarra en ristre un rato y con sintes otro.
El sonido distaba de ser el mejor, con la voz en algunas ocasiones saturada, acoplándose un poco. Pero este es un aspecto que no siempre tiene la misma relevancia para mí, y es que en este caso la naturalidad de Maialen entre canción y canción, respondiendo incluso a los comentarios de los asistentes, lo compensaban. ¿Por qué se compensan cosas no relacionadas directamente? Os dejo la oportunidad de elaborar una respuesta más ingeniosa que «porque a mí me apetece». En cualquier caso, sólo su intervención hablando sobre Desigual, criticando su eslogan «La vida es chula», fue muy divertida y mordaz. Pero esa fue una de muchas, con ataques directos a ciertos grupúsculos de «escoria», como los que apoyan la tauromaquia o aquellas personas condescendientes en redes.
Chica Sobresalto fue de canciones muy animadas, véase ‘El desorden’, a otras donde sacaba todo de dentro como ‘Selección natural’, metiendo piezas más oscuras como la, para mí, imprescindible, ‘La torre’, haciendo de la velada algo muy dinámico y nada monótono.
Yo pensaba que me iba a librar, pero el día era el que era, así que cayó versión de ’20 de abril’ de Celtas Cortos, eso sí, con Chica Sobresalto solamente con su guitarra en el escenario y la colaboración de Samantha, además empalmándola con ‘Inconstantes vitales’. Todo ello precedido de comentarios de cachondeo sobre la Kings League, que se estaba jugando en el WiZink propiamente dicho.
Uno de los momentos a los que quiero dedicar un párrafo aparte fue el de la interpretación de ‘Bailando raro’, junto a cuatro bailarinas, cantando entre el público e intercalando otras canciones como ‘Toro’ de El Columpio Asesino o ‘Bailando’ de Alaska.
Pero el anterior no desmerece en absoluto a aquel con Veintiuno sustituyendo por completo a la banda de Chica Sobresalto para tocarse junto a Maialen su tema ‘Nudes’, algo que nunca hubiese esperado. Además su vocalista, Diego, se quedó para ‘Poquita cosa’.
Y llegó el colofón con ‘Fusión del nucleo’, con Maialen desatada sobre las tablas y dejando que los asistentes la cantaran casi al completo.
Que en unos años Chica Sobresalto no va a estar tocando en La Sala sino en el propio WiZink Center creo que ni se discute. Y ya veremos si sólo una fecha. Una artista tremendamente honesta en el escenario, divertida, enérgica, emocionante, y capaz de grabar recuerdos a fuego.
Texto: Alejandro Sanz
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